Estas son mis reflexiones luego de haber tomado la decisión más difícil de mi vida, junto con mi familia. Es complejo darse cuenta cómo hubiera sido todo,  si no hubiésemos tomado la difícil determinación de romper la estructura armada durante años de una vida «estable»; para empezar otra vez en un lugar distinto, con sus nuevas costumbres, con sus nuevos olores, con sus nuevos participantes.

Seguramente, los que me siguen en el grupo de Facebook ARGENTINOS POR EMIGRAR, ya habrán leído esto que voy a transcribir. Fueron mis palabras antes de subirme al avión, como así también, quizás les resulte familiar la imagen que elegí como principal.

La foto muestra nuestros miedos, nuestras ansias, nuestros sueños, nuestro pasado encerrado en cajas y valijas, y el futuro en nuestros pensamientos. Es una de las fotos que más recuerdo día a día en mi vida.

Esto escribía el 30 de noviembre de 2015, minutos antes de subirnos al avión que nos transportaba a nuestro nuevo hogar:

«Etapas, ciclos, momentos… Hoy se cierra uno para que arranque otro. Una etapa muy importante en nuestras vidas se termina para que dé lugar a otra. Porque necesariamente nada es eterno, nada dura para siempre y eso hace que podamos elegir movernos cambiar descubrir y ser libres en todo sentido. Sin miedo a que nos aten cosas pero sin olvidarnos de todos y cada uno y lo importante que fueron para esta etapa que se cierra. Todo cambio se da cuando damos el primer paso para salir de nuestra casa. Gracias a los que nos entendieron, porque pudimos sentarnos a charlar y sacar buenas ideas.

Gracias a los que no nos entendieron, porque también nos hicieron ver de qué estábamos tomando una decisión y no nos quedábamos tranquilos con lo que teníamos. La parte más difícil de todo es tomar la decisión, salir de nuestra zona de confort. Obviamente nuestra sensación es ambigua, de sentimientos encontrados, pero con toda la ganas de empezar una nueva etapa en nuestras vidas! Siempre los tendremos presentes, son parte importante en nuestros corazones.»

La decisión más difícil ante la  emigración

Transcurrían los días, nos poníamos más ansiosos y no sabíamos a dónde íbamos a ir. Todo apuntaba a España, Málaga, concretamente a Marbella. Pero los días antes, meses diría, fueron difíciles. Ya habíamos alquilado nuestra casa de Buenos Aires, contratado un volquete, literalmente, para deshacernos de las cosas materiales que se fueron juntando durante años y años, sin saber por qué, pero siempre las fuimos guardando.

Mercadolibre se hizo nuestro mejor aliado, nuestros amigos nos cargaban porque todo, absolutamente todo lo que podíamos lo vendíamos por esa plataforma de comercio electrónico. Cuando digo todo, es todo.

Yo siempre fui de guardar, por nostalgia, por hobby o por lo que sea, y recuerdo que una vez fui a la baulera del departamento de mi mamá, y encontré una caja con «cartones», sí,  solo cartones de juguetes viejos (GI-Joe, Heman, etc.), y me pregunté «esto se podrá vender»?

La clara respuesta fue que sí, le puse un precio y se vendió. Nadie nos creía, pero poco a poco nuestra alcancía iba aumentando.

Vender, vender y vender: todo se transformaba en pesos

Como les decía, vendimos todo, lo que más pudimos, nos desprendímos de todo lo material para viajar lo mas «livianos» posible. Mirándolo hoy con otros ojos, luego de haber emigrado hace ya tres años, te digo que de las cajas  que se ven en la  foto, si hubiésemos venido con mucho menos y hubiese sido lo mismo.

Mi recomendación es que puedan viajar, con una sola valija, lo que les entre ahí, ni más ni menos. Viajar liviano, despojarse de cosas materiales, es el primer paso a la felicidad.

Cuanto más tenemos, más queremos, más nos cargamos de cosas inútiles.

Nos mudamos los últimos 2 meses a un monoambiente que nos prestó mi papá. El piso era nuevo y hermoso, pero no tenía nada, absolutamente tuvimos que conseguir lo necesario para vivir, compramos una cama, la mas barata que encontramos para que pueda aguantar dos meses, nos prestaron mesa, sillas, una tele, y algunas cosas más.

O sea, en 40 m2, había 8 valijas, 4 cajas, 2 mochilas, 3 gatos y Homero, un perro mediano, que pobrecito se hacía de tamaño de un caniche con solo pensar que lo podíamos dejar.

A todo esto, nuestro pequeño bebe, Benja, usaba el andador y necesitaba su espacio para andar y correr libremente, lo cual el espacio útil eran 5 m2. Pero estar incómodos nos hacía felices, nos hacía agarrarnos más fuerte la mano, porque sabíamos que después de esta tormenta, había tranquilidad, como un barco en el mar.

 Un barco está a salvo en el puerto, pero no es eso para lo que está hecho.

Pasaban las semanas, ya se acercaba el día de partida, el día que nos subíríamos al avión. La última semana, específicamente, fue la más difícil. Venían nuestros amigos y familiares a despedirse, tal cual un funeral cuando uno da condolencias, se respiraba tristeza y felicidad.Una sensación rara, muy difícil de atravesar, pero una vez más, nos daba más fuerzas el saber que nuestros sueños seguían firmes.

Algunas reflexiones ya desde este lado, luego de haber transcurrido 3 años de emigrado.

Emigrar, como cualquier otro cambio o decisión vital te hace crecer. Las causas por las que se emigra pueden ser diversas, pero cuando uno llega de a este lado (Europa), todos los argentinos que estamos acá, tenemos un fin común. No importa si en Argentina eras empresario, o albañil, si te levantabas temprano para ir a tomar el Sarmiento en Moreno, o si salías a las 10hs de tu casa en tu auto.

Acá,  todos los que estamos buscamos nuestras familias ganen calidad de vida.

Ahora bien, ¿es inmediata esa calidad de vida?

Ni si, ni no. Muchos me van a decir, «estás loco», asi que voy a comentarles lo que yo considero.

La calidad de vida en el primer mundo, es obviamente superior en todo sentido a los países sudamericanos.

Se nota ni bien uno llega al aeropuerto. Es cierto que funciona todo en general, hay limpieza, orden y civismo. Claramente que esto sumado a la seguridad social y educación gratuita hace que la calidad de vida sea alta comparada con Argentina.

Pero la parte difícil viene, cuando habiendo pasado unos meses no se consigue fácil el trabajo, los euros salen con más rapidez de lo que entran,  entonces vienen los cuestionamientos:

en la playa de carvajal fuengirola

¿Estará bien lo que hice? ¿Estará bien haber dejado mi seguridad, mi relativa tranquilidad, mi zona de confort por aventurarme a esto?

Muchos de los que vienen, son muy «mandados» y quieren tener la misma vida que tenían en Argentina, pensando que el «cambio de pesos a euro» les conviene,  pero  la realidad es muy lejana a ese concepto. Acá el euro vale.

Entonces, como he visto muchos venirse a alcanzar el sueño, pero sin ser cautos, digo, la calidad de vida es muchísimo mejor, no hay ningún punto de comparación, pero para obtenerla tenemos que venir con intenciones de cambio.

Es imporante entender que vamos a estar unos meses con una mezcla de felicidad y sufrimiento,  ya que nuestros ahorros comenzarán a bajar hasta que podamos insertarnos.

Sin embargo, una vez que nos logramos insertar, todo lo que viene es definitivamente mejor y es cuando realmente uno puede decir, «sí, estoy donde quería estar y como siempre lo soñé«!

El camino es largo, y no termina cuando uno sube al avión. Ahí recién comienza. Pero como cantaba Cerati en su canción, «…poder decir adiós … es crecer! «

Fernando Domecq
Fernando Domecq

Mi nombre es Fernando y soy de Buenos Aires, actualmente resido en Fuengirola (Málaga). Me dedico al diseño y desarrollo web, aunque mi vida ha tenido varios vaivenes. Soy veterinario recibido en la UBA, y he dedicado gran parte de mi vida a la venta de pinturas industriales.

Desde 2014 ayudo a los argentinos que quieren vivir en el exterior a través de la página de facebook ARGENTINOS POR EMIGRAR.  Pero a partir del 2018, me dedico a ayudarlos desde este blog. Con el blog, intento contar mis experiencias y a alentarlos a que lo que un cambio de vida supone: libertad. Por eso me encanta facilitar este camino a otros.

Si querés conocer toda mi historia, será un placer contártela más al detalle.

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Por |2019-01-26T10:51:52+00:006.12.2018|Categorías: Pasamos el año|Etiquetas: , , , |