Esta es la continuación de la historia de Massi, un argentino que vive en Valencia (Gandia). Como ya ha comentado en su nota anterior, han elegido esta ciudad mediterránea para establecerse junto a su pareja. En esta segunda oportunidad nos cuenta cómo fueron los dos años posteriores a su llegada a España.
AÑO 2: Un año de crecimiento y casa propia
El segundo año lo empezamos trabajando los dos, negociamos en el restaurante que sólo trabajaríamos sábados y domingos. De esta manera, en la semana teníamos tiempo de estudiar y trabajar como autónomos con el tema de las imágenes de arquitectura. Buscando piso por la web «Idealista» conseguimos uno espectacular en el centro del pueblo, pagábamos unos 500 euros pero realmente era de revista, la chica que nos lo alquiló era fanática de la decoración como nosotros. Con el tiempo, también nos terminamos haciendo amigos.
Compramos un coche, y ese año aprovechamos para viajar mucho, ya que entre semana nos acomodábamos los días cuando podíamos y así conocimos media España; no hay una comunidad que no sea increíble y ,además, buscando, se puede viajar con muy poco dinero, incluso para nosotros que íbamos con nuestra perrita a todos lados.
Mientras tanto estuvimos mirando precios de propiedades y nos dimos cuenta de que no era tan descabellada la idea de comprar una casa o un piso, así que durante los viajes visitamos inmobiliarias y lugares que nos gustaban para vivir y organizamos visitas.
Entre otras, estuvimos a punto de comprar una casita para reformar por 10.000 euros en Xativa, un pueblo de montaña muy pintoresco, lero por una cosa o por otra siempre se nos iba todo para atrás, hasta que por preguntar fuimos al banco a ver si teníamos la posibilidad de pedir una hipoteca.
Sorprendentemente nos dijeron que si el monto no era muy grande y presentábamos toda la documentación correctamente no habría problemas.
La dueña del piso que alquilamos tuvo un problema personal y nos tuvimos que volver a mudar, por suerte nos ofreció otra casa que tenía y no fue tan traumático como la vez anterior.
Y aunque estábamos muy cómodos con los trabajos que teníamos, la vida que habíamos logrado y el lugar en el que vivíamos sentíamos que nos habíamos vuelto a estancar.
La segunda mitad del año nos la pasamos trabajando para que nuestro negocio fuera mejorando y tener más consistencia a la hora de presentar la documentación en el banco. A esta altura del año ya nos sentíamos bastante agobiados de trabajar los 7 días de la semana, muchas veces más de 12 horas al día.
También nos empezamos a cansar un poco de tanta tranquilidad del pueblo, y que de tan amable que era la gente al final terminaban siendo un poco metidos cuando la verdad es que nosotros somos bastante reservados. La tranquilidad que al principio era lo que más anhelábamos nos terminó por aburrir.
Finalmente decidimos mirar para comprar en alguna ciudad más grande, que sea segura y tranquila pero no a un punto tan exagerado. Encontramos un piso en el centro de Gandia (sobre la playa a 50 min de la capital) una ciudad que nos gustaba mucho, ya que era donde siempre terminábamos yendo a cenar, al cine, de compras o a la playa.
El piso tenía un descuento bastante grande ya que era del Banco desde hacía mucho tiempo y se lo querían sacar de encima, y de unos 45.000 se terminó bajando a 27.000, por lo que lo señamos y empezamos con el tema de los trámites.
Nos llevó casi 3 meses y todos los días había un gasto nuevo, de repente lo que habíamos podido ahorrar se nos estaba quedando corto. En principio habíamos calculado una cantidad de dinero, pero se había ido incrementando con seguros, impuestos, tasaciones, y todo tipo de gastos que no tuvimos en cuenta.
Finalmente llegamos con el dinero JUSTO para la compra, literalmente nos quedaron 4 euros en la cuenta del Banco y hasta que cobráramos estábamos sin dinero … pero con la llave el piso, que no tenía agua ni luz … y nosotros con solo unos pocos días para dejar la casa en donde estábamos. Crisis 2.0
AÑO 3: La tan buscada estabilidad
El tercer año lo empiezo a contabilizar en Febrero que fue cuando nos mudamos al piso. Al cambiarnos de ciudad dejamos de trabajar en el restaurante, yo creía que no conseguiría un trabajo de lo que había estudiado y quizás tuviera que trabajar en algún restaurante.
Pero preparé mi CV con una carta de presentación y dejé uno en cada estudio de arquitectura de la ciudad, para mi sorpresa me llamaron de tres, y a la semana empecé a trabajar en uno.
Y definitivamente este período fue uno de los mejores, lo empecé trabajando de lo que me gustaba, y tenía el departamento que tanto había soñado, mucho antes de lo que creía.
Aunque claramente el piso era a reformar y la cocina daba pena, igual que el baño… para nosotros era un lienzo en blanco. Casi no teníamos muebles, y mientras yo me iba al estudio Lucas se quedaba trabajando en una mesita ratona con la compu.
Hasta que pudimos hacer una mesa con una puerta vieja y dos valijas de patas. Durante todo el año la fuimos arreglando basándonos en un proyecto propio, y la verdad es que quedó bastante bien, al día de hoy ya nos quedan poquitas cosas por arreglar.
Esta vez ya viajamos muy poco ya que todo el dinero se fue para la casa pero pasamos de pagar un alquiler de 500 euros a una hipoteca de 140 euros mensuales, lo que fue un gran desahogo.
Si bien es verdad que muchas veces fue suerte, «el destino», o lo que sea, en general siempre tuvimos una actitud positiva en las cosas, planeamos mucho a futuro, incluso con metas que parecían imposibles. Además fuimos constantes en el camino, esto gracias a Lucas …. ¡ya que yo soy un desastre andante!
Estar en pareja nos facilitó todo mucho, creo que yo solo no hubiese durado dos meses. Y también el hecho de no tener hijos todavía nos dejó tomar más riesgos y la posibilidad de desplazarnos para donde salieran oportunidades, como el trabajo o la casa.
Otro gran apoyo es que -por suerte- muchos familiares y amigos pudieron venir a visitarnos, eso nos ayudó mucho!
España definitvamente
En un principio estaríamos en Valencia un tiempo, para irnos a Barcelona y finalmente a Inglaterra; pero hoy después de 3 años y conocer varios países y ciudades de Europa llegamos a la conclusión de que nos vamos a quedar en España definitivamente, ya que en el día a día, se vive muy bien.
Esta es un poco mi historia y la de mi marido en España, lo que por supuesto no quiere decir que sea igual para todos, para algunos será mas fácil, para otros mas difícil. No todos estarán buscando lo mismo. Algunos consideran que «perdimos» demasiado tiempo viajando y disfrutando de España, otros no tienen en mente hacer tantos sacrificios.
Pero nuestra forma de ver las cosas siempre fue lograr una estabilidad, tener nuestra propia casa para poder hacerla a nuestro gusto y trabajar lo justo para poder vivir bien sin tener que vivir para trabajar; poder disfrutar y viajar hasta que nos toque el momento de tener una familia y ya estabilizarnos completamente.
Nos llevó 3 años llegar hasta este punto y todavía no podemos decir que tenemos un equilibrio financiero como para relajarnos, pero nos hallamos cerca de donde queríamos estar.
Si hubiésemos escuchado a toda la gente que teníamos a nuestro alrededor, todavía estaríamos en Argentina: que España se venía abajo, que había más desocupación que en Argentina, que la gente pasaba hambre, que se trabajaba por un euro al dia, que había crisis, que estábamos locos por dejar el ‘futuro’ que teníamos. Y al final de lo único que nos arrepentimos siempre es de no haberlo hecho antes.
En una próxima nota les contaré algo mas sobre como es vivir en Valencia, y el tema del costo de vida y presupuesto de vivir en España.
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Mi nombre es Fernando y soy de Buenos Aires, actualmente resido en Fuengirola (Málaga). Me dedico al diseño y desarrollo web, aunque mi vida ha tenido varios vaivenes. Soy veterinario recibido en la UBA, y me he dedicado gran parte de mi vida a la venta de pinturas industriales.
Desde 2014 ayudo a los argeninos que quieren vivir en el exterior a través de la página de facebook ARGENTINOS POR EMIGRAR. Pero a partir del 2018, me dedico a ayudarlos desde este blog. Con el blog, intento contar mis experiencias y a alentarlos a que lo que un cambio de vida que supone: libertad. Por eso me encanta facilitar este camino a otros.
Si quieres conocer toda mi historia, será un placer contártela más al detalle.
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