¿Alguna vez pensaron en mandar todo a la mier.. y emigrar hacia otro país o empezar a viajar por el mundo? Eso es precisamente lo que yo hice.
Hola, soy Mariano, un aventurero con 35 vueltas al sol que decidió cambiar la comodidad de una vida buena y estable, y salir a Europa, cambiando la rutina de lo cotidiano por un futuro incierto pero lleno de posibilidades. Soy de Quilmes (Buenos Aires) y desde el 10 de junio del 2019 estoy viviendo en Málaga, España.
Desde que llegué tuve bastante suerte ya que pude hacer todos los trámites para residir legalmente como comunitario y encontrar trabajo en cuestión de días.
Cada persona es un mundo y cada uno que decide emigrar, lo hace impulsado por alguna motivación en particular o persiguiendo un objetivo en concreto, ya sea por mejorar su situación laboral y/o económica, por seguridad o por darle un mejor futuro a su familia o a sí mismo.
Yo decidí hacerlo porque sentía que la rutina me estaba consumiendo la vida y que hacía siempre las mismas cosas sin gran sentido, los mismos trayectos, el mismo trabajo, las mismas personas, y todo sin emoción, como un robot. Y además ya estaba cansado de vivir una vida en la cual se trabaja todo el año para “gozar” de unas míseras (pero merecidas) vacaciones de 15 días, para luego otra vez volver a empezar … y a esperar las próximas vacaciones. Harto de soñar con el viernes desde el lunes, necesitaba un cambio profundo. Un “algo más” o un “otra cosa”.
Y sin saber qué era realmente lo que buscaba o necesitaba me lancé a la aventura por descubrirlo. Y acá estoy.
Hace 3 meses ya que me encuentro en Málaga, hermosa ciudad que me da muchas alegrías. Pero, a medida que van pasando los días me voy dando cuenta que por el momento no quiero echar raíces aquí, sino que quiero seguir viajando hasta encontrar mi lugar. Me siento libre viajando; y como dice el refrán: “cuando pruebas un poco de libertad, ya no soportas la rutina”.
«No se viaja para escapar de la vida, sino para que la vida no se escape.»
Las personas que frecuentamos
Dicen por ahí que somos los cafés que tomamos, los libros que leemos y las personas que frecuentamos.
Y vaya si no es así, ya que fue un gran amigo quién me motivó a empezar a viajar hace algunos años. Yo siendo un joven de mente cerrada, cargado de miedos y prejuicios, hasta que un día tomé la decisión y me lancé. Y eso marcó un antes y un después en mi vida. Una vez que empecé a viajar ya no pude parar. Es adictivo, créanme.
Luego de haber recorrido 12 países y cientos de ciudades (siempre en modo turista), hoy estoy viviendo esta nueva experiencia desde otro lugar. En tránsito permanente y sin pasaje de vuelta. Habiéndome desapegado de mis pertenencias (el famoso soltar y dejar ir). Viviendo una vida nómade si se quiere, sin grandes expectativas, en la que voy eligiendo mi camino día a día en base a las opciones que se me van presentando. Y así voy: “a dónde me lleva la vida”, o, “a dónde me lleva el amor”; ya que a veces planificamos cosas y quizá en el trayecto y sin haberlo buscado el amor nos encuentra y nos cambia los planes haciéndonos tomar nuevos rumbos (algo así como el clásico “recalculando” de la gallega del GPS).
Soy consciente también de esa posibilidad. Así que no sé por cuáles caminos me va a llevar esta aventura, sólo espero poder disfrutarla tal y como lo vengo haciendo, y dejarme maravillar por todas las experiencias que me toquen vivir.
Y la vez que voy transitando por diferentes lugares voy haciendo otro viaje en paralelo…
El viaje hacia uno mismo
Siempre que viajamos lo hacemos hacia un destino físico, una ciudad, un país, una isla, etc. Pero a su vez, y sin ser consciente de ello, estamos emprendiendo otra andanza y quizá más importante aún; la travesía hacia nosotros mismos. Un periplo en el cual nos conectamos con nuestro ser más profundo, con nuestra esencia. Una aventura en la que recorremos parte de lo que somos y nos quitamos las máscaras de los personajes que asumimos en nuestra vida social y cotidiana. En la que despertamos talentos, aptitudes y capacidades que no sabíamos que estaban ahí dentro, esperando salir a flote alguna vez, y potenciamos otras, que ya sí conocíamos. En el que aprendemos a convivir con nosotros mismos luchando contra nuestros demonios.
Muchas personas me comentan los posts sobre viajar y emigrar que voy publicando en mis redes y en muchos comentarios leo un denominador común: “te admiro; me gustaría hacer lo mismo que vos pero no me animo, me da mucho miedo”. Y eso me hizo pensar y reflexionar sobre el factor miedo. Es por eso que intentaré aportar un granito de arena para tratar de darte una motivación o un empujoncito a vos y a todas esas personas desde mi humilde opinión.
¿Te preguntaste alguna vez qué es lo que querés para tu única y preciosa VIDA? Yo elegi vivir libre de ataduras y no quedarme sentado a ver cómo se me pasaba delante de mis ojos; sino pasar yo por sobre ella. ¿Y vos? ¿Cómo querés vivirla? ¿Cuáles son tus deseos, tus sueños, tus metas? Despertate! No es tarde para empezar a VIVIR un camino donde vos seas quien dé cada paso, sin que nadie te diga hacia dónde debes ir ni por dónde moverte. Liberate de ataduras, de miedos, de prejuicios. No hagas caso al qué dirán; sólo escucha tu voz interior, ese susurro que casi siempre tiene la razón. Seguí tu instinto!
Que no llegue el momento de lamentarte, dentro de algunos años, por todo aquello que dejaste de hacer, por todo lo que abandonaste en el camino, por aquello que anhelabas y dejaste descuidado sólo por pensar que no era lo correcto, o porque otros te dijeron que era una locura, o simplemente por miedo. Andá y hacelo! Porque la vida no te dejará borrar los hubiera… y ese “qué hubiera sido si..” te atormentará por el resto de tus días. ¿Eso querés? Valiente no es el que no siente miedo nunca; sino el que a pesar del miedo, va y lo intenta. Vos podés!
Y si no lo conseguís al menos te quedará la satisfacción de haberlo intentado, y el sentimiento franco de haber hecho el enorme esfuerzo de probar.
Lo más importante es que te habrás sentido feliz y libre de hacer lo que quisiste, independientemente del resultado obtenido.
Como dice por ahí una famosísima publicidad… “Just do it”.
Mi nombre es Mariano Cardozo, tengo 35 años, nací en Quilmes (Buenos Aires) y me vine a vivir a Málaga (España) hace ya 3 meses. Siempre tuve una gran pasión por los viajes y es lo que me mantiene activo. Mi idea es seguir viajando hasta encontrar mi lugar en el mundo en el cual decida establecerme.
He estado en más de 10 países y cientos de ciudades y me encanta intercambiar experiencias de viajes con otros viajeros y dar opiniones y un poco de ayuda a las personas que me consultan sobre destinos y sobre cómo viajar.
Será un placer contarte más de mis experiencias como emigrada en este blog.
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Hola Mariano, cuanta verdad hay en tu post… hace una semana llegue a Malaga. No se si sera mi lugar en el mundo, como decis vos, pero al menos mande todo a la mie…. y decidi venirme. Hay momentos en que es solo cuestion de dejar de pensar tanto y mandarte. Espero un dia puedas descubrir tu lugar. Saludos! Maru
Hola Mariano!!!
Qué buena nota! Yo hice exactamente lo mismo así que te super entiendo. También he pasado por Málaga y ahora estoy hace un año y medio en Barcelona, pero tampoco sé si estaré acá para siempre. La verdad está bueno que logremos inspirar a mucha gente a que salgan de la famosa «zona de confort», no saben lo que se pierden si no intentan luchar contra esos miedos.
Te comparto la nota que escribí hace casi un año ya: https://www.argentinosemigrados.com/recien-llegados/siempre-fue-mi-sueno-vivir-en-espana/
Espero que sigas concretando tu sueño y cualquier cosa estamos conectados (te acabo de empezar a seguir en el instagram).
Saludos capo!!!